Mucha gente, cuando un sábado a las 12 de la noche te vas para casa mientras toda la gente se queda de fiesta, te preguntan: ¿Por qué te vas?
Mañana entreno, mañana corro... ¿Y A QUE JUEGAS? ¿? ¿? ¿? Yo juego con la bici, soy ciclista. Las respuestas se ven en la cara del que pregunta, muchos expresan admiración, otros se quedan de cruces, otros se ríen. La bicicleta es ese cacharro que todo el mundo uso alguna vez, por el que tienes predilección cuando eres pequeño, es ese deporte tan duro y extenuante que te hace perder la consciencia, capaz de ponerte el corazón a 220 pulsaciones, capaz de hacerte vomitar sangre.
Un deporte tan duro, como desesperante, en el que hay que ser paciente y tener sangre fría, además de tener cabeza, no solo son piernas, donde la cabeza hace falta no solo para aguantar el casco sino para hacerte ver una escapada que te lleve al triunfo, la que te hace ver los bajones y puntos débiles del contrario mientras bajas por una cuesta a 50 por hora.
Un deporte que es un estilo de vida, una forma de vida, el deporte de mas orgullo personal, donde solo y repito SOLO el propio esfuerzo de tu cuerpo te hace ser capaz de recorrer kilómetros y kilómetros, donde cada entrenamiento es una superación personal, donde cada día que montas cargas el saco con una anécdota nueva, un deporte que te hace brillar, llegar a lo más alto, a ti solo, donde por mucho equipo que tengas no eres nadie sino eres bueno, si no tienes clase, sino sabes lo que es el esfuerzo…
Un deporte donde hay que echarle mucho valor, donde hay que ser de otra pasta, donde no vale cualquiera. Nadie se levanta un domingo nevando a las 8 de la mañana para ir a una carrera a 400 km de tu casa, llegar a la parrilla de salida y que se te rompa la cadena. Un deporte muy duro, donde las caídas son parte de nuestro oficio, donde las clavículas, puntos de sutura, rozaduras y rodillas maltrechas son el pan de cada día, es el amor por el deporte, por la bici, por el sacrificio y el sufrimiento que te hace caerte un domingo estando 3º y correr ese mismo miércoles con la boca cosida. Es un sacrificio tal que te hace tocar el cielo, con colinas de 1700 metros, con caminos que solo 3 mas conocen, con pendientes del 21% en las que ni un coche sube.
Donde un hombre al que su sacrificio y pundonor le hace aguantar y aguantar hasta el borde del infarto, cuando el sabor a sangre llega a la boca, cuando solo piensas "soy el mejor" "soy el mejor" "Lo voy a lograr, vamos, vamos, vamos...".
Es ese deporte que hace emocionar a cualquiera, cuando ganas una carrera, cuando subes el puerto más alto, el puerto más duro, cuando entrenas con 0 grados y vuelves para tu casa de noche y congelado, cuando te vas a 1000 km de casa a competir, cuando corres 5 carreras en una semana, cuando te caes, cuando te haces daño, cuando en otros deportes una simple sobrecarga es 1 mes de baja y en el ciclismo corres hasta con una luxación de hombro, cuando la gente te grita, cuando das espectáculo, cuando te apoyan, cuando te caes y te vuelves a levantar, cuando haces lo que nadie haría, cuando tienes una ilusión, cuando cada día que montas en bici más orgulloso te sientes, cuando te hace crecer como persona, cuando te hace madurar, la bicicleta te lo ha dado todo, te ha hecho ver los problemas y solucionarlos de otra manera.
Eres de otra pasta, eres ciclista. Te da igual el reconocimiento, la prensa, las medallas y el dinero, tu solo quieres caminos, carreteras nuevas, un par de amig@s y las bicicletas. Hay que ser muy hombre, para bajar a 100 km/h. por una carrera granizando, dejando de lado que solo te separan de suelo 2 ruedas de 28 '' tan estrechas como una moneda de 1€. Por todo eso, porque te sientes orgulloso de llevar un maillot con unos colores, de representar a tu país allá por donde vas, porque todos aquel que osa a montarse en una bicicleta, sea amateur o sea profesional, merece admiración, porque cuando montas en bici y subes una cuesta ya te dan ganas de ir para casa, porque ya piensas "esto no es para mí " "yo para eso no valgo" ...pero ahí se ve quien vale y quien no, quien tira la toalla y se va para casa al sofá o quien aguanta, sufre y sigue y sigue y sigue aunque tu pulsometro diga PARA tú sigues y sigues... ¿¿¿por qué??? Porque eres ciclista, porque el único rival eres tú mismo y porque eres un deportista de pies a cabeza.
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Dedicado a un amigo ciclista.... ;)