No sabia donde estaba, miré a mi alrededor pero no reconocia nada.
Habia arboles por todos lados, por lo que debia de estar en un bosque. El suelo se hallaba plagado de hojas que el viento se encargaba de repartir a su antojo por el terreno cobrizo con su frio aliento, el cual me hacia temblar.
Mis ropas parecian dañadas. Llevaba un jersey marron con la manga izquierda rasgada. Los pantalones parecian ser unos vaqueros azules y digo parecian porque, ademas de estar tambien rotos, los tenia manchados de blanco por todas partes. Quizas fuese pintura, pero al tocarlos no reconocí el tacto. El calzado estaba irreconocible. Unas botas negras rotas por todos sitios.
Debia salir de ahi, instintivamente sabia que era imposible que sobreviviese mucho tiempo en esas condiciones. Y la maldita cabeza no dejaba de molestar.
Me encaminé en la primera direccion que se me ocurrió. No se cuanto tiempo anduve, me parecieron años pero cuando el sol ya empezaba a ocultarse conseguí alcanzar lo que parecia la linde del bosque.
Desde mi situacion podia ver unas colinas rocosas sobre el bosque del que acababa de salir. Mas abajo habia un pequeño pueblo. Las casas parecian del siglo pasado, aunque algunas eran obviamente nuevas.
Decidí encaminarme a él por una senda cercana. Necesitaba un lugar donde pasar la noche, ya arreglaria el asunto de la ropa mañana.
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Estaba llegando cuando sentí que las fuerzas me fallaban. Cai al suelo como un fardo. El cuerpo me dolia por el golpe, pero eso no me impidión sentir un rugido en el estomago. No sabia cuanto tiempo llevaba sin comer. Queria concentrarme en caminar pero el cuerpo no me respondia...
De pronto oí a alguien de gritar:
-" ¡Hola!¿Se encuentra bien?".
Levanté la cabeza y observé una figura borrosa que se acercaba a mi. Cuando se hallaba a dos pasos de mí me di cuenta de que era una mujer.
-"¿Se encuentra bien?"- Volvio a repetirme. -
Queria hablar, pero ni para eso tenia fuerzas. Ella me acercó una botella y me hizo de beber algo.
Me fijé en ella. Sus manos eran suaves. El pelo era de un tono pelirrojo y largo, lo llevaba recogido en una coleta que le caia sobre el hombro. Llevaba una camisa blanca. Por un momento desee estar en el cielo.
Lo que me dió me devolvió algo de fuerza. Apenas notaba ya el dolor en la cabeza. Intente levantarme y consegui ponerme de rodillas.
-"Gra..Gracias"-Alcancé a decir.
-"¿Se puede saber quien eres y de donde vienes con esas ropas?"- Inquirió, entre alarmada y preocupada.-
-"Yo... "-La cabeza volvia a dolerme - "Yo...Yo no... ¡No puedo recordar nada!".
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